La
adicción sexual es, en su forma más simple, una actividad sexual
normal que se ha transformado en obsesiva, al punto que el
comportamiento está fuera de control.
La
adicción sexual está catalogada como un “proceso” de adicción.
En
un proceso de adicción, el sentimiento eufórico —o estimulante—
proviene de químicos liberados en el cerebro, en lugar de fuentes
externas.
La
mente gradualmente se acostumbra a la liberación de estos químicos
y busca continuamente los recursos para lograr esa estimulación.
Esto
podría provenir de la comida, la adrenalina de una competencia,
colocarte en situaciones peligrosas, o por el estímulo sexual.
La
adicción sexual puede tomar muchas formas, desde el uso de la
pornografía y la masturbación hasta repetidas relaciones sexuales,
contratar prostitutas y voyerismo.
En
casos extremos, la adicción sexual puede involucrar asedio,
violación e incluso asesinato.
Las
muchas formas de adicción sexual tienen una cosa en común, el
comportamiento se lleva a cabo en secreto y el adicto al sexo se
vuelve hábil en esconder esta vida secreta de aquellos que son más
cercanos a él.
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